Aquí estoy alma mía,
extrañando a mis amados plátanos
ellos eran túneles vegetales
expandían sus sombras protectoras
mientras al cielo con donaire cortejaban.
Aquí estoy y lo sabes,
aguardando al zorzal todavía
mi despertador en las madrugadas,
se ha quedado en la palmera prolífica
y tal vez de mí, se ha olvidado.
Aquí estoy descubriendo,
otros aromas, otras sombras, otros ritmos,
a un cielo que por doquier se derrama,
a un río que sobre majestuosidad sabe
aunque muy íntimamente me perciba
ciudadana inevitable de dos mundos.
Viviana Laura Castagno Fuentes
