Me gusta pasar inadvertida,
sin hacer ruido
casi a hurtadillas
como si no estuviese
y ya me hubiese ido.
Lejos de la cáscara vacía
que la ciudad ofrece
con sus tentaciones
su absurdo consumismo
y los vacíos que va abriendo.
Vivir con la natura
escuchar sus silencios
y también sus ruidos
cuando una rama se quiebra
y sobre el techo se desploma.
Disfrutar del viento
que a la hojarasca desordena
y mirar a mi perrita
que a las hojas persigue
en actitud desafiante.
Me gusta ser casi invisible,
inventarme un mundo
donde me siento cómoda
y necesitar cada día menos
para continuar el viaje
tan impredecible de la vida.
Viviana Laura Castagno Fuentes



