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domingo, 24 de febrero de 2019

SILENCIOS ACUMULADOS

 

¿En qué o en quién estará pensando?

Su encorvado cuerpo
parece buscar respuestas en el suelo,
mientras su mente aun lúcida
hacia otros cielos escapa.

¿Cómo saberlo?

Es muy taciturno, casi hermético,
le ha puesto grilletes 
a su vida toda y en el pasado
decidió para siempre quedar anclado.

Su espalda, carga tantas palabras
jamás expresadas y todas ellas
se le fueron acumulando, 
porta una gran mochila 
con silencios tercos y agazapados. 

¿Cómo tender una mano de ayuda
a quién no acepta ser ayudado? 

A veces, no debemos hacer nada,
solo insuflar un sesgo de confianza 
para que no perciba el abandono,
pero respetando su derecho 
a la soledad elegida.

Tal vez entre sus recuerdos
anide la causa de tanto agobio
y en su aparente mirada perdida
él posea todas las respuestas.

Las mismas que hoy
le doblaron el cuerpo y el alma
como si fuese un frágil árbol
por un temporal vencido y quebrado
que mira sin mirar, hacia la tierra.


Viviana Laura Castagno Fuentes


                            

¿NOS ACOSTUMBRAMOS?


Me acostumbré a todo
o a casi todo, diría.

A no escuchar tu voz 
mientras entonabas,
las canciones que sabías 
que a mi alma enmudecían.

Me acostumbré, aquel cielo
que mirábamos, no es el mismo,
hoy es distinto, es otro,
hasta tiene un sol extraño
y no es el nuestro te confieso.

Me acostumbré, la luna
tiene una luz diferente,
la que mirábamos
era nuestro faro,
la que hoy miro está triste, 
perdió su magia, está ausente.

Me acostumbré a casi todo,
pero, en un resquicio del alma,
aun espero, aun deseo
que se esfumen las distancias.

Me acostumbré, pero no me acostumbro.

Viviana Laura Castagno Fuentes