Cuando se acaben
las páginas en blanco,
cuando no tenga el hábitat
donde albergar a mis letras
apelaré a todas las estrategias.
Buscaré a esa piedra plana
que la versatilidad
de la playa atesora,
la que por el tozudo viento
fue día a día cincelada
y en obra de arte convertida.
O tal vez encuentre
arenas blancas y estables,
y con la anuencia
de una fina y dúctil rama
pergeñaré el más osado de los
poemas.
Será aquí y allá,
o en cualquier parte,
porque no habrá óbice alguno
que osará cancelar
la plenitud inescrutable
que propicia la escritura.
Cuando se acaben
las páginas todas,
cuando no haya piedras esculpidas
o las arenas se tornen inestables,
plasmaré en el cielo inconmensurable
todo lo que antes
se gestó en mi alma.
Viviana Laura Castagno Fuentes

