En esta primavera inesperada
que nos obsequió
una lluvia impetuosa,
hay un verano que resiste
—y es consecuente—
es él el amo todavía.
Peculiaridades de la natura
—logró fusionar a dos actores—
una es la reina que cedió el cetro,
el otro es un pertinaz estío
que sobre soles abrasadores
es un experto nato.
Y en el medio está él,
el magnánimo y sempiterno
que ahora no sabe
—si es mar o río—
porque hasta ayer nomás
era un espejo perfecto.
Y hoy tiene a sus aguas
—inquietas y presurosas—
danzando en un escenario
de piedras,
devenidas en ágiles y virtuosas
bailarinas.
Viviana Laura Castagno Fuentes
