Trámites inevitables,
exigencias,
datos que faltan
—todo se volvió un incordio—
y lo que deseaba olvidar
se impuso, ganó la partida
y regresaste de nuevo.
Aunque insisto
—jamás te has ido—
es una mentira tu éxodo
sigues aquí, incólume,
pero tu recuerdo duerme
y hoy lo despertaron
y me sorprendió la vida
—desarmada de nuevo—, frágil.
Me superó la burocracia
me sumergió entre datos
constancias, partidas,
y por algún entresijo
—hábilmente se inmiscuyeron—
tantos recuerdos, tantos,
para explicar con claridad meridiana
—que estás aquí todavía—
aunque tu éxodo lo niegue.
Viviana Laura Castagno Fuentes
