De pronto,
sin que lo advirtiese
el silencio esparció sus ruidos
con sabiduría y contundencia.
De pronto,
quedó clausurado el diálogo
sin anuencias, ni permisos
porque las palabras huyeron.
De pronto,
en un tris se escindió el camino
se desdibujaron los límites
que a la previsibilidad invitaba.
De pronto
el pasado es el presente
la primavera es invierno
por un adiós que cambió todo.
De pronto...
Viviana Laura Castagno Fuentes
