Días que vienen investidos
—en silencio y con prudencia—
de una nostalgia insoslayable.
Despiertan al pasado
y los recuerdos acentúan
la precariedad que anida dentro.
Se disfrazó el dolor esta vez,
se puso un ropaje para disuadir
y generar una distracción.
Lo que no sabe él, lo que ignora,
es que el ilusionismo es frágil
ante una herida ataviada de nostalgia.
Viviana Laura Castagno Fuentes