Sentía que le incrustaban alas
cada vez que una poesía pergeñaba,
en su universo tan íntimo
por letras habitado
no cabían mezquindades, ni límites,
tenía al cielo habilitado
no cabían mezquindades, ni límites,
tenía al cielo habilitado
y las raíces se esfumaban.
Cuando la magia de la escritura iniciaba
fluía con enorme placidez,
Cuando la magia de la escritura iniciaba
fluía con enorme placidez,
sus letras eran mariposas
en un vasto y primoroso jardín,
nadie segaba ese refugio
nadie segaba ese refugio
porque ella era su ama.
A sus alas las tenía
A sus alas las tenía
adosadas muy dentro
en espacios abisales y secretos
allí donde mora cómodamente
su alma, la dueña absoluta
en espacios abisales y secretos
allí donde mora cómodamente
su alma, la dueña absoluta
de su sitio inexpugnable.
Viviana Laura Castagno Fuentes
Viviana Laura Castagno Fuentes
