¿Me preguntas si he cambiado?
¡Claro que sí! —soy otra ahora—
y te aseguro que seguiré mutando
no elijo yo, —me exige la vida—.
Porque los imponderables
son esos maestros inesperados
—que llegan para aleccionarnos—
para que nada quede incólume.
Sería mejor cambiar
cuando más plenos estamos,
pero nada bueno medra allí
—en el dolor está lo pedagógico—.
¿Y me preguntas si he cambiado?
Será un proceso sempiterno
—y es mi derrotero—
navego en aguas bravías
estoy en el mar ahora
ya no más en mi río.
Viviana Laura Castagno Fuentes
