SÍGUEME EN MI BLOG

jueves, 19 de enero de 2023

A MI MADRE AMADA



¿Dónde estás...
hacia qué lares
has partido,
en qué
o en quién 
te habrás convertido?

Esto de la muerte
ha sido mi desvelo
desde muy niña
y siempre lo supiste, 
porque hablábamos
al respecto.

Pero "tu muerte"
tiene otra connotación
es diferente a todas,
es única,
durante sesenta y cinco
años
has sido la compañía 
más pródiga e insustituible
en este inefable camino
denominado "vida"...
no habrá nadie más.

¿Duele esto de partir...
para convertirse 
en un instante
-como si fuese un chasquido-
en una cadena 
interminable
de recuerdos
porque la presencia
cedió el espacio
a la ausencia eterna?

¿Será como una siesta...
esa que tanto detestaba
porque para mí
era como llamar
a la muerte
por un rato,
será así
con la sutil diferencia
de que es más larga?

Discúlpame...
pero aquí el dolor
se ha apoltronado
como si fuese
un propietario
y será un inquilino
te prometo,
habrá un desalojo
cuando lo amerite.

Elijo evocar 
el instante exacto
en que partiste,
entre mis brazos 
y mis abrazos,
cuando la tibieza
de tu piel
se escapaba
y yo deseaba 
cubrirte con mantas
para espantar
al frío.

Sí, definitivamente,
evocar que dijiste adiós
en tu hogar
aporta la paz anhelada,
aunque el dolor
inevitable y tenaz
atice sin miramientos
e intente clausurar
todas las puertas
por donde deseo 
escapar
a sabiendas
de que el éxito...
será un fracaso rotundo.

Viviana Laura Castagno Fuentes