Como era el plan original,
preparó el viaje tan anhelado,
reservó los pasajes con antelación
y en sus maletas cabía su vida toda.
Viajaría en avión, aunque eran dos,
necesitó un lugar solamente,
su ilusión la desbordaba, resplandecía,
expandir sus límites sería la terapia.
Su itinerario era desconocido,
amaba improvisar sobre la marcha,
recorrería la ciudad primero,
para escudriñar las montañas más tarde.
Viajó sola, pero en su alma,
viajó mimetizada también
una inconmensurable desazón
que no necesitó ni siquiera pasaporte.
Viviana Laura Castagno Fuentes
Viviana Laura Castagno Fuentes
