En un invierno tardío, pero contundente,
mora en silencio una primavera eterna,
bastó un sol intenso para desvelarla
y junto a ella, también despertaste.
Los plátanos desnudos resisten
el embate gélido de los vientos,
llegaron de otros lares los osados,
para anquilosar la belleza que reinaba.
Si hasta los nidos están vacíos,
volaron las aves a un exilio obligatorio
se escucha el silencio huérfano de trinos
porque sobre mutismos, el invierno sabe.
En un invierno tardío, pero contundente,
vive una primavera mimetizada,
bastó un sol intenso para despertarla
y tu recuerdo tan vigente, tan vívido:
¡Despertó otra vez abuela!
Viviana Laura Castagno Fuentes
