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sábado, 4 de diciembre de 2021

EL DETONADOR


—Está bien, afirmó casi sin dudar y generó un ímpetu inefable, era la materialización de un proyecto muy deseado y minuciosamente pergeñado. 

Algo sucedió en el medio, era obvio, pero no había intenciones por indagar en las causas y no tardó en aparecer como una excusa la palabra más odiosa que existe para mí el "pero" porque posee la extraña potestad para condicionar todo.

Es ambigua, inexacta, tiene implícita a la duda, a la condicionalidad y detona en segundos lo que antes era una certeza.

Es un óbice en el camino, nos obliga a disminuir el énfasis, a mermar el envión que insuflamos a nuestros planes y casi diría los eclipsa, los elimina abruptamente. 

Y por supuesto, nada fue como antes, apareció la palabrita más fraudulenta que integra el diccionario para precipitar la ruptura y junto a ella se volatilizaron proyectos que en apariencia eran sólidos y prometedores, antes de que el gran desbaratador hiciera su incursión inesperada para volatilizar en un segundo todo. 


—Está bien, pero... 


Viviana Laura Castagno Fuentes