Mis pies están quietos,
parezco un árbol tieso
enraizada al suelo.
Han quedado sueños truncos,
que habíamos edificado
pero una madrugada en estío
arreció un vendaval inesperado,
que desmoronó absolutamente todo.
Hoy, hurgo entre los escombros,
estoy exhausta, perdida,
intento buscar la salida,
hacia el todo
o hacia la nada misma.
He dejado a la mente en blanco,
pues mi barca perdió su brújula
parezco un árbol tieso
enraizada al suelo.
Han quedado sueños truncos,
que habíamos edificado
pero una madrugada en estío
arreció un vendaval inesperado,
que desmoronó absolutamente todo.
Hoy, hurgo entre los escombros,
estoy exhausta, perdida,
intento buscar la salida,
hacia el todo
o hacia la nada misma.
He dejado a la mente en blanco,
pues mi barca perdió su brújula
cuando en el cruento temporal
también se extravió mi alma.
Viviana Laura Castagno Fuentes





