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viernes, 3 de junio de 2022

ESCRIBE MI NIÑA


Escribe tus poesías, 

hazlo mi niña

nada guardes dentro 

porque para ofrendar

es que has nacido.

Escribe mi niña

aunque nadie lea, 

no importa, 

está en la entrega

la plenitud que ansías. 

Escribe niña mía, 

porque tus palabras

fenecerán dentro

si no les pones alas

y no es para eso

que ellas han nacido.

Escribe mi niña

porque aunque 

no lo creas, 

hay almas buscando 

un reparo, un alivio, 

o tal vez 

una identificación 

con sus vidas

y para ellas

-para ellas mi niña- 

están tus poesías. 


Viviana Laura Castagno Fuentes 


¿QUÉ FUERON?


Cuando se evaneció 

la hoguera

de la pasión 

en la que vivían, 

ni las cenizas sobrevivieron.


¿Y qué eran entonces?


¿Una puesta en escena,

una impostura, un fraude, 

un acuerdo urdido 

entre ambos

para el afuera?


Tal vez fueron

todo ello y más aún,

o cabe la posibilidad

de que no hayan 

sido nada, 

porque olvidaron ambos 

que si la fusión 

no se gestó antes 

en el alma, 

todo lo que tuvieron

-con hoguera incluida-

sobraba. 


Viviana Laura Castagno Fuentes 


REINCIDENTES


Somos tercos, 

repitentes, 

hasta torpes diría, 

cuando errores 

del pasado 

al presente trasladamos. 

Y por tozudos 

consuetudinarios 

en las garras 

de la decepción

caemos de nuevo

por reincidentes.

¿Por qué esperar 

algo de alguien?

¿Por qué? 

Es una espera 

en el lugar equivocado, 

es aguardar a un navío 

donde no hay puertos. 

Es sembrar 

una prolífica primavera 

en la estepa siberiana

que sobre flores y fragancias 

nada comprende.

Nadie nos decepciona

excepto nosotros, 

instalamos expectativas 

que por vanas 

e improcedentes 

matan de una vez

a la prolífica primavera

en la gélida e 

impersonal estepa. 


Viviana Laura Castagno Fuentes