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lunes, 4 de noviembre de 2019

UNO MÁS, UNA ESTADÍSTICA...

    
                
Era tan meticuloso, tan púdico,
seguía un orden, una disciplina,
que tal vez, cierta previsibilidad 
a su rutina le aseguraban.

Pero esa aparente certidumbre,
tendría una fecha de caducidad anunciada,
que no supo avizorar, aunque indicios hubo,
y una tarde de sol primaveral,
se tornó intempestivamente en noche aciaga,
y a él la vida, le cayó encima.

Pasado, presente y futuro, eran un amasijo informe.

Fueron años, desde la madrugada hasta el atardecer,
su ámbito de trabajo, fue su casa, su segundo hogar,
no supo sobre vacaciones, ni disfrutes, 
había prioridades antes, crisis económicas reiteradas,
el dinero no alcanzaba para una vida holgada,
y  las necesidades, se iban minimizando.

Esa tarde, cuando se desplomó el cielo,
veintitrés años de trabajo ininterrumpidos,
se esfumaron, se paralizó el universo,
un impersonal comunicado rezaba:
"A partir de hoy, usted ya no pertenece a esta empresa"

Y pasó a ser un desocupado, entre los miles que hay.

Tarde con sol primaveral, brisa suave, clima amable,
devenida en noche abrupta, cuando sus sueños, sus proyectos,
por cuestiones de reducción de personal, fenecieron.

Viviana Laura Castagno Fuentes