La humanidad, tal como está,
vive adormilada, deshumanizada,
—por poderes varios domeñada—
mientras el alma desespera.
Hay guerras inexplicables
hambrunas escalofriantes,
enfermedades y enfermos
no tienen ni médicos ni medicinas.
Si es así, la humanidad,
está perdiendo su oportunidad
de resarcir sus groseros errores,
con tantas tragedias evitables.
La vida debería ser una fiesta,
todos gozando de los mismos
derechos y responsabilidades,
pero la nula evolución espiritual,
no encuentra límites aún
para las desmedidas ambiciones.
Está claro, que el amor por el odio
ha anestesiado a las mentes
y a los corazones,
porque el materialismo abyecto
es lo trascendente.
Viviana Laura Castagno Fuentes
