¿Cuándo comenzó tu declinar
en qué instante aconteció
sin que lo advierta siquiera?
¿Confundí la nieve en tu cabeza
con las flores del ciruelo
que a su renacer preceden?
¿Dónde estuve, dime
cuando tu férreo andar
se volvió inseguro y vacilante?
Hubo indicios varios
había que leer entre líneas
pero en extravíos deambulaba.
Ahora, me quedó una duda:
¿Quién tomó tus manos
cuando tus fuerzas claudicaron
y de las mías te soltaste?
Viviana Laura Castagno Fuentes

