Hay que atreverse,
a no encajar
en este mundo,
porque nos negamos
a ser rebaño
y a no seguir
a la masa
consecuente.
Hay que atreverse,
a pensar diferente
y a manifestarlo,
sin miedo a sufrir
la condena
del destierro
por no ser igual
a todos.
Hay que atreverse,
a no profesar religión
a vivir con la verdad
y a respetar
lo que nuestra alma
nos dicta,
sin dogmas
sin relato
ni concesión alguna.
Hay que atreverse,
a ser libres
a ir cuando todos
regresan,
a no celebrar
con ínfulas
la mediocridad
que nivela.
Porque...
quién se atreve
a discernir
y no a repetir
lo que impone
el anquilosamiento,
es expulsado
de las filas
de la monotonía
del pensamiento único
y debe buscar
inevitablemente
otros rumbos
todo el tiempo.
Hay que atreverse...
Viviana Laura Castagno Fuentes


