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domingo, 17 de marzo de 2019

SUEÑOS MÍOS


Desearía ser una mariposa
y volar hasta tu universo, 
atisbar hacia dónde mira tu alma 
¿será hacia la mar o a la montaña?

Podría posarme sigilosamente
sobre tu piel sin que lo adviertas, 
porque me interesa con creces
mirar lo que tus ojos delatan.

Si hay tristeza intentaré disiparla
eso hacen las mariposas hábiles, 
comienzan a volar con delicadeza
para que la terca mente se distraiga. 

Tendrás que seguir mi vuelo
seré una bailarina etérea
iré hasta el jardín que amas
y sobre una flor que admiras 
me detendré para deleitarte. 

Es un sueño, una ilusión solo
ser una mariposa frágil y sigilosa, 
secuestrar por un rato a tu mente
para que a tu alma emancipes.

Cuestiones de la vida a veces 
nos lleva hasta límites impensados, 
soñé que siendo mariposa podría
apaciguar tus tribulaciones todas.

Viviana Laura Castagno Fuentes 


                           


DESLUMBRAMIENTO



Era taciturna desde muy niña,
tal vez por ello se deslumbró 
precozmente con las letras,
cuando sus pequeñas manos
apenas lograban sostener un lápiz.

Se conectaba con la escritura,
hablar demasiado, no era lo suyo
escuchar sí, una habilidad innata,
pero a las palabras que amaba
las prefería en papel plasmadas.

Hoy, ya madura, tal vez más vieja
ese amor sigue intacto, ha crecido,
adora escribir cuando su numen 
con ímpetu la despabila.

Del silencio sigue siendo amante, 
habla lo necesario, sin estridencias.
Ella está fusionada a su niña, 
guarda recuerdos bellísimos
siente la emoción del aprendizaje, 
cuando descubrió jugando a las letras.

Porque fue magia, salir de un mundo
e ingresar a otro, más apasionante, 
que supo encender otras luces
que encandilaron su vida para siempre. 

Ella es la misma, aunque distinta, 
continuará su romance con las letras, 
mientras amerite la oportunidad 
comunicará sus sentimientos 
con el aval de las palabras, 
las prefiere disfrazadas de poesías, 
que hasta el hartazgo verbalizadas. 

Viviana Laura Castagno Fuentes 

EL HARTAZGO

 

Y creo, que no habrá mentiras,
porque sabré intuirlas a tiempo
antes de que desbaraten,
lo maravilloso que posee
el don de la confianza.

Y sigo creyendo en las personas,
porque carece de sentido
urdir un enjambre de artilugios, 
para justificar otra montaña
con mentiras construidas.

Porque: ¿Cuál es el argumento? 
mi pregunta carece de respuestas, 
solo saben quienes mienten, 
me declaro insolvente y superada 
por un universo que me es ajeno. 

El dilema es seguir creyendo, 
es como si fuesen esmerilando
la confianza que ya viene devastada
-y creer se vuelve una utopía-
porque hay almas que eligieron  
una vida por mentiras habitada. 

Y entonces, elijo alejarme 
porque la prosaica mentira
posee intenciones dañinas 
y se cansa el alma, se hastía,
es dúctil, pero impone sus límites.

Viviana Laura Castagno Fuentes