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miércoles, 27 de febrero de 2019

ROMANCE NOCTURNO


Cuando oscurece, nace un acuerdo
la luna, con la complicidad de las nubes
—cual hábiles escenógrafas— se oculta, 
y se desliza hasta el río, que la espera. 

Entonces, la magia comienza,
se acuesta sobre un manto de agua
solo desea soñar hasta que amanezca,
y una incipiente luz del alba, la despierte.

Las estrellas, mientras tanto,
diseñan una escalera
por donde subirá la luna 
luego de dormir sobre un espejo
junto a un viento que musitaba.

La luna y el río —aliados y cómplices—
sabía que ella deseaba una cuna
y él calmó a sus aguas, por una noche,
para atenuar el cansancio de su satélite. 

Viviana Laura Castagno Fuentes 
                       

PERMISOS NUESTROS


Las lágrimas son estrategias
que ha diseñado el cuerpo,
para expulsar sin hacer ruidos
dolores recién nacidos
pero también, dolores viejos.

Y hay que dejar que fluyan,
tal vez presuman ser 
gotas de rocío sobre un pétalo,
pero después se volverán ríos
y hasta océanos, si las reprimimos
por cuestiones estólidas de la cultura.

Muchas veces, ellas se quedan mudas,
en lo profundo se acumulan
y una vez allí, logran petrificarse,
cuando ahogarlas muy dentro decidimos.

Lloremos lo necesario, es un permiso,
las lágrimas son el medio elegido
para liberar a nuestra alma
de dolores recién nacidos 
—y de aquellos que por oprimidos—
se volvieron dolores viejos. 

Viviana Laura Castagno Fuentes

ÉXODOS PERPETUOS


Y uno se está yendo
todo el tiempo,
de lugares donde el alma
no está cómoda
y la plenitud está inhibida.

Y está bien hacerlo,
todos elegimos la paz
y donde no está garantizada, 
hay que desplegar las alas
y levantar el vuelo.

Habrá otros cielos esperando, 
con otros soles, otras lunas,
será distinto, no será el mismo, 
pero si estamos a gusto
allí radica el éxito.

Porque el éxito, 
no se mide con medallas, 
—anida en un huequito del alma—
y nos manifiesta siempre
cuando siente la tempestad
o la placidez de la calma.

El éxito en la vida
es la paz anhelada, 
es la mente y el alma 
—viviendo cohesionadas ambas— 
fluyendo hacia sus éxodos
las veces que sea necesario. 

Viviana Laura Castagno Fuentes