Y uno se está yendo
todo el tiempo,
de lugares donde el alma
no está cómoda
y la plenitud está inhibida.
Y está bien hacerlo,
todos elegimos la paz
y donde no está garantizada,
hay que desplegar las alas
y levantar el vuelo.
Habrá otros cielos esperando,
con otros soles, otras lunas,
será distinto, no será el mismo,
pero si estamos a gusto
allí radica el éxito.
Porque el éxito,
no se mide con medallas,
—anida en un huequito del alma—
y nos manifiesta siempre
cuando siente la tempestad
o la placidez de la calma.
El éxito en la vida
es la paz anhelada,
es la mente y el alma
—viviendo cohesionadas ambas—
fluyendo hacia sus éxodos
las veces que sea necesario.
Viviana Laura Castagno Fuentes
Y está bien hacerlo,
todos elegimos la paz
y donde no está garantizada,
hay que desplegar las alas
y levantar el vuelo.
Habrá otros cielos esperando,
con otros soles, otras lunas,
será distinto, no será el mismo,
pero si estamos a gusto
allí radica el éxito.
Porque el éxito,
no se mide con medallas,
—anida en un huequito del alma—
y nos manifiesta siempre
cuando siente la tempestad
o la placidez de la calma.
El éxito en la vida
es la paz anhelada,
es la mente y el alma
—viviendo cohesionadas ambas—
fluyendo hacia sus éxodos
las veces que sea necesario.
Viviana Laura Castagno Fuentes

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