Aunque los fríos
aticen todavía
los indicios se acrecientan
—porque así es ella—.
Las macilentas ramas
de los ciruelos
mutarán en días
a un cuadro exuberante.
Hasta el viejo sauce
se empecina en estrenar
sus verdores incipientes
como diciendo —aquí estamos—.
Cambios ineludibles
renaceres contundentes
una estación de la natura
imprimiendo su sello indiscutible.
Viviana Laura Castagno Fuentes