Mientras un cielo plomizo
llora sus lágrimas de agua clara,
un viento tenaz e implacable
a arrebatado los vestigios inermes
de las trémulas ramas de un sauce.
Y él, quedó desvestido, casi raído,
hasta aterido parece
ha bajado sus flacos gajos
hasta la tierra, como acariciándola,
como si en ella buscara un amparo.
Paciencia buen amigo, templanza,
vendrán tiempos halagüeños,
llegará ella y crecerá tu cabellera,
regresarán las aves que acunas
se está anunciando la dúctil primavera.
Viviana Laura Castagno Fuentes