Los cambios,
están adosados a mis vísceras
son y han sido para mí
una constante en la travesía.
¿Será por ellos
que a nada me aferro?
¿Será por ellos
que mi equipaje
más y más aligero?
Ellos, artífices perpetuos,
arquitectos, escultores,
diseñadores extraordinarios
docentes ayer, aquí y ahora.
Los cambios,
si no aprendí, me exigieron
la adaptación a todo
pocas veces decidí yo
porque siempre se impusieron.
Hoy es el cielo y el río,
las calles anchas y generosas
las profusas arboledas
las primaveras en los vergeles.
El mañana es un albur
porque no elijo yo
me escogen los cambios,
lo único permanente
que poseo en esta vida.
Viviana Laura Castagno Fuentes
