Tal vez, un día despiertes y descubras,
que aquellos nubarrones amenazantes
dejaron al descubierto
a un cielo diáfano, azul celeste.
Convéncete, nada dura para siempre,
vivirás estas intermitencias
porque no existe un camino recto
que facilite el viaje de la vida para nadie.
Es así, niña incauta, vendrán borrascas,
esas que confundirán a tu alma
y querrás levantar murallas
para evitar que sufra nuevamente.
Déjala fluir, quita todos sus cerrojos,
el dolor es pedagógico, es docente,
enseña más que la felicidad misma
y tu alma aprenderá
que será una alumna eternamente.
Viviana Laura Castagno Fuentes
Viviana Laura Castagno Fuentes


