El ocaso sabe a un final,
es un despojo en sí mismo
es la orfandad manifiesta
un simulacro perfecto
cada vez que la luz huye.
Es la incertidumbre absoluta,
es un secuestro, un ardid,
es un guiño cómplice
a un fenecer en apariencia
cuando a las sombras convoca.
Es un adiós elegante
una sincronía majestuosa,
cierra sus ojos el cielo
en el momento preciso
en que despierta la noche.
Viviana Laura Castagno Fuentes

