Encuentro con creces
la fuente de inspiración
en manifestaciones
de la natura,
ella desata los nudos
gordianos
que a mis versos atan.
Cada vez que acudo
al inasible mar
descubro nuevas facetas,
es un creador perpetuo
hay magia en su génesis
es un exquisito artista.
Es espejo a veces
donde duerme el cielo,
pero se vuelve
un devorador nato otras
cuando con sus olas
devenidas en fauces
devora todo a su paso.
Tiene una impronta
que límites marca,
no existen los reglamentos,
ni códigos, ni incisos,
porque la ley es él.
El mar,
adoro sus dones todos
su inefable versatilidad,
convierte en fauces
a sus aguas
o acuna al cielo
cuando en espejo amoroso
torna.
Viviana Laura Castagno Fuentes
