Atesoro
tus miedos
en fortaleza devenidos.
Atesoro
tu sobriedad
cuando a la malicia descubrías.
Atesoro
tus manos
tan hábiles y dúctiles creando.
Atesoro
tu solvencia
para rescatar a los extraviados.
Atesoro
tu regazo
un refugio para suturar heridas.
Atesoro
tus besos y tus abrazos
en la trama de tus obras escondidos.
Atesoro
tu amor inconmensurable
que hoy sostiene mis tribulaciones.
Viviana Laura Castagno Fuentes


