Amo a las personas
transparentes, genuinas,
esas que tienen de cristal
el alma.
Nada esconden
-porque no lo necesitan-
bullen de coherencia
exhiben sus soles y lunas.
Son tan especiales ellas,
flores únicas y hermosas
ornan con elegancia
cada jardín de la vida.
Almas de cristal
-la bondad es su casa-
encienden oscuridades
porque de luz mágica visten.
Viviana Laura Castagno Fuentes
