Un vetusto bote bosteza.
Está adormilado, como ausente,
sobre las aguas claras y quietas
de una laguna iridiscente.
Parece abandonado a su suerte
pero su corazón tiene dueño,
está inmóvil, languideciendo,
esperando parece
a quién sacudirá su modorra.
Él no sabe sobre anclajes,
ama recorrer las aguas mansas,
mojar su cuerpo de pino viejo,
porque la emoción está en el viaje.
¡Cuántas aventuras guarda tu alma!
Él no sabe sobre anclajes,
ama recorrer las aguas mansas,
mojar su cuerpo de pino viejo,
porque la emoción está en el viaje.
¡Cuántas aventuras guarda tu alma!
Ilusiones, amores, proyectos tantos,
acariciar las aguas plácidas
es como abrir senderos
que serán eternos.
Amigo, se terminó el descanso,
se acerca quién estremecerá
Amigo, se terminó el descanso,
se acerca quién estremecerá
a tu corazón de madera
despierta, tiende tus remos,
¡llegó por fin!
despierta, tiende tus remos,
¡llegó por fin!
el pequeño niño pescador.
Viviana Laura Castagno Fuentes
Viviana Laura Castagno Fuentes


