SÍGUEME EN MI BLOG

jueves, 27 de diciembre de 2018

LA ESPERA



Un vetusto bote bosteza. 
Está adormilado, como ausente, 
sobre las aguas claras y quietas 
de una laguna iridiscente. 

Parece abandonado a su suerte
pero su corazón tiene dueño, 
está inmóvil, languideciendo,
esperando parece
a quién sacudirá su modorra.

Él no sabe sobre anclajes, 
ama recorrer las aguas mansas, 
mojar su cuerpo de pino viejo, 
porque la emoción está en el viaje. 

¡Cuántas aventuras guarda tu alma!

Ilusiones, amores, proyectos tantos, 
acariciar las aguas plácidas 
es como abrir senderos
que serán eternos.

Amigo, se terminó el descanso,
se acerca quién estremecerá
a tu corazón de madera 
despierta, tiende tus remos,
¡llegó por fin! 
el pequeño niño pescador. 


Viviana Laura Castagno Fuentes

LA PARTIDA



Y un día inesperado, partió
con rumbo desconocido.
A nadie dijo a dónde iría
porque ella tampoco lo sabía.

Aunque muy íntimamente
seguiría a la brújula 
que su alma tiene,
esa que jamás le fallaría
porque de amores y certezas
ha sido edificada.

El viaje, ese que tanto anhelaba,
tenía como único equipaje
un corazón rebosante de ilusiones,
sentimientos ciertos e inconmensurables.

Estaba feliz, su rostro resplandecía,
era una niña, pero esta vez más atenta,
la ingenuidad ya no estaba tan asida,
su alma es virgen, pero su mente es vieja.

Que tu camino sea la felicidad tan deseada,
no distraigas tu mirada, enfrenta lo incierto,
has iniciado un viaje dentro de otro viaje,
ya no hay tiempo para arrepentimientos.


Viviana Laura Castagno Fuentes

SEDUCIDA Y ABANDONADA



Desde muy pequeña he sentido una enorme fascinación por las letras, por las palabras, por la lectura en general. 
Aun antes de incursionar en el apasionante mundo del aprendizaje, este sentimiento ya existía, fue como navegar en aguas previamente exploradas y conocidas.

Me enamoré del idioma castellano, de su versatilidad inigualable y su ingente riqueza, no existe otro tan dúctil y tan vasto. 
Desde aquella niña, una mixtura de curiosidad perpetua y timidez que aun persiste, hasta esta madurez, el idilio con las letras se agiganta cada día. 

Pero algo ha sucedido últimamente, he sido abandonada por la fuerza inspiradora, por mi numen, siento que se ha ido a fecundar a otras almas y me ha dejado vacía.

Ese don, por llamarlo de alguna manera, ya no existe, ha partido quién sabe hacia qué lares y se siente como una gran ausencia muy dentro. 

Es extraño, estoy habitada por las letras, pero ha habido una fuga previamente acordada presumo y ahora las busco desesperadamente. 
Me dejaron desgarrada, silenciaron mi escritura, secuestraron sutilmente mi capacidad imaginativa. 

¿Dónde están, cuál es el argumento que justifica este abandono?

Muy dentro de mí siento que el hastío solo será transitorio, ellas intuyen que las espero, porque tanta ausencia ha socavado a mi alma gravemente. 

Tal vez, cuando regresen, despierten en mí de nuevo la alegría, será un placer tan grande volver a enamorarme de las letras y desatar sin límite alguno la inspiración que hasta hoy, está lacerada y ausente. 


Viviana Laura Castagno Fuentes