SÍGUEME EN MI BLOG

viernes, 7 de junio de 2019

MENTIRAS


Me mientes,
sin sonrojarte siquiera,
me comunicas algo
que sabes muy bien 
está fuera de contexto.

Me mientes, con osadía,
con un desparpajo increíble
y crees que debo soportarlo
porque es tu decisión,
y sabes que no es la mía.

Me mientes,
con gran descaro,
ostentas una realidad inexistente,
presumes con hipocresía 
lo que sabes muy bien
ya no existe. 

Me mientes,
tus soles se despiden antes,
tus lunas despiertan temprano,
tus días se han acotado. 

Me mientes —naturaleza amada—
has mutado, tus tiempos
son otros y diferentes,
aunque disimular prefieras.

Me mientes,
y seguirás haciéndolo
con gran habilidad y solvencia
y yo, yo seguiré creyéndote.

Viviana Laura Castagno Fuentes

¿SÓLO UNA ABERTURA?



Las ventanas, son una apertura, 
y creo que tal vez, más que eso
poseen un efecto mágico,
no son iguales a las puertas,
son diferentes, son únicas.

Cuando el amanecer
se anuncia ostentoso,
con la luz del sol
invadiendo espacios,
no abro puertas, sino ventanas,
porque por allí la vida ingresa.

Parece un galimatías, así dicho
pero es esa mi experiencia,
desde que era una niña
corría a abrir las ventanas
para que el afuera ingrese.

Porque deseaba decir ¡hola!
—a las luces del alba
—a los perfumes de las flores
—a los cantos de las aves
—al cielo transparente
que una abertura en la pared 
con generosidad habilitaba.

La puerta es otro medio
pero por una sutil ventana
también se cuela el alma 
casi a hurtadillas
y nos obsequia el universo
que está allí nomás
para que nos deleitemos.

Puertas y ventanas,
cuestiones de la arquitectura,
de los diseños, de planificaciones. 

Para mí, son temas del alma,
una nos invita a salir afuera
la otra nos trae al mundo
con cielos, aromas, colores,
impregnados de las más bellas
e inigualables sensaciones.

Viviana Laura Castagno Fuentes

                         

 ELECCIONES 

Comencé a ser libre, sinceramente, 
cuando llegué a la comprensión,
de que a nadie debo dar explicaciones
sobre ninguna decisión de mi vida.

Sentí que el cielo era el límite,
me despojé de cargas innecesarias,
vacié a mi mente de opiniones ajenas,
y el camino se tornó liviano y ágil.

Porque es energía mal dirigida, 
pensar lo que los demás piensan, 
quién lo hace no está resolviendo
cuestiones que a su privacía conciernen. 

La vida es demasiado breve, 
como para andarse con ambages,
debemos disfrutar del paisaje,
respetándonos y dejando afuera
a quienes sin nuestro aval, nos invaden.

Viviana Laura Castagno Fuentes