SÍGUEME EN MI BLOG

viernes, 14 de febrero de 2025

HASTÍO


Creo que aprendí, 

comprendí, me equivoqué 

muchísimas veces

e hice los cambios pertinentes

pero...

¿Cómo reparo

la zona horadada

que se formó dentro?

Es fácil opinar

desde el afuera, 

insinúan la solución (?) 

y exhiben una nula tendencia

a practicar el sencillo

—arte de hacer silencio— 

cuando no hay empatía alguna. 

Y continúo 

en la ardua tarea

de seguir —como puedo—

honestamente dicho, 

entonces... 

escuchar opiniones vacuas

escindidas de humanismo

solo consiguen alejarme

más y más del mundo 

que de por sí... 

quedó huérfano de tu bonhomía. 

Y continúa su travesía 

inmerso en una irreverencia 

consuetudinaria, 

en un amasijo de ambiciones

mezquindades y abyecciones

que lejos de mejorar... 

día a día se consolidan.


Viviana Laura Castagno Fuentes 

MI MADRE, MI PARADIGMA


Tejía, con el mismo amor

con el que vivía,

cuidando cada detalle

sin esconder sus errores

ni intentar disimularlos, 

porque al avanzar su obra

inevitablemente se notaría. 


Era una creadora nata, 

luego de sus labores diarias 

ingresaba a su universo de lanas

donde la mente se expandía

y su alma magna se regocijaba 

a través de su mirada luminosa

—el lugar desde donde sonreía—. 


—Mamá no importa, no se nota—, 

era mi respuesta ante un error

que solo ella veía —era tan nimio—

pero suficiente para decidir

que debía deshacer varias hileras

y comenzar a tejer de nuevo. 


Tejer, no era solo una habilidad

—entre las tantas que tenía—

para mí fue "una parábola"...

tejía con la misma honestidad 

con la que vivió hasta su muerte

—sin mentir, sin disimular, sin

 esconder nada—

—era genuina consigo misma—

y por ende lo fue viviendo. 


Viviana Laura Castagno Fuentes