SÍGUEME EN MI BLOG

viernes, 26 de mayo de 2023

PROCESOS ÍNTIMOS


A veces, lo aparentemente obvio o racional, se torna extraño e incomprensible.

Tenemos certezas en los principios sobre los finales inevitables, pero cuando llegan (esos finales) nos sorprende desnudos, vulnerables y nos desmorona como si fuésemos arena en un día de viento implacable.

Y comienza la gesta, el vacío en que nos hemos sumido reclama a la presencia y ella no responde, porque en recuerdos se ha transformado en un tris y la demolición será proporcional al amor y a la fortaleza de los vínculos, así de sencillo y de complejo a la vez.

Y aparecen los consejeros, vienen sin que los invitemos, son los "sabios perpetuos" en todo lo que a la vida atañe, esos que presumen conocer hasta lo que hay cuando ya no hay vida, como si fuesen fenecidos que han resucitado y en líderes espirituales se convirtieron.

Los filósofos del "soltar para poder avanzar", los que sugieren borrar a los recuerdos como si fuesen un oprobio y no la fuente exquisita hacia donde podremos siempre regresar para abrevar en su sabiduría las veces que amerite.

Por eso, transitamos con nuestros parámetros, estratagemas, experiencias, errores y aciertos a un gran dolor, no existen recetas magistrales, ni antídotos.

Personalmente, no adscribo a ningún gurú ni consejero, solamente mi  guía es y será mi alma, daré a mi duelo el tiempo que demande, derramaré las lágrimas que aun quedan para resarcir la sequía que se empecinó con la tierra estéril y más todavía si fuese necesario.

Y soy consciente, la vida no será más lo que era, la muerte arrebató no solamente la presencia, se llevó con ella lo más maravilloso de este mundo, la justificación de mi existencia diría y eso es irreversible.

Me adaptaré a otra vida, menos interesante, porque ni el sol es el mismo, alumbra con otra luz, carece de la estridencia que tenía, porque esa luz se apagó dentro de mí aquel día.

Pero insisto, daré todas las batallas que sean pertinentes saldré de este trance diferente, renovada, con heridas sangrantes o cicatrices, pero será con mis tiempos, no apresuraré un ápice y no soltaré jamás a quién no me soltó cuando por la falda de mis barrancas internas comenzaba a deslizarme.


Viviana Laura Castagno Fuentes