Hacer un balance del año,
es lo que dictan las reglas,
me parece improcedente
hasta se impone como una obligación
que no deseo acatar,
porque no soy contadora
ni gerente empresarial.
No hay balances válidos,
ni existen años,
cada segundo que vivimos
es la realidad que tenemos.
¿Hacer un balance dicen?
La vida no merece
que la reduzcamos a un año,
ella tiene su valía
en los vastos recuerdos
la casa natural del pasado.
En última instancia,
deberíamos proponernos
ser mejores personas,
ir aprendiendo con los dolores,
esos excelentes maestros que tenemos.
No, me niego a hacer balances,
esos son para la economía,
pero jamás para la vida,
es minimizar su trascendencia,
es no haber comprendido nada.
Llegamos para construir
nuestra alma,
para nutrirla con valores
pero no de los que cotizan en bolsa,
sino de aquellos, los eternos,
que nos entregan el diploma
cuando nos convertimos
en seres humanos humanizados.
¿Hacer un balance del año?
Una simplificación diría,
es la contundente respuesta
cuando entre la vida y la muerte,
se inmiscuye la estupidez con osadía.
Viviana Laura Castagno Fuentes
En última instancia,
deberíamos proponernos
ser mejores personas,
ir aprendiendo con los dolores,
esos excelentes maestros que tenemos.
No, me niego a hacer balances,
esos son para la economía,
pero jamás para la vida,
es minimizar su trascendencia,
es no haber comprendido nada.
Llegamos para construir
nuestra alma,
para nutrirla con valores
pero no de los que cotizan en bolsa,
sino de aquellos, los eternos,
que nos entregan el diploma
cuando nos convertimos
en seres humanos humanizados.
¿Hacer un balance del año?
Una simplificación diría,
es la contundente respuesta
cuando entre la vida y la muerte,
se inmiscuye la estupidez con osadía.
Viviana Laura Castagno Fuentes



