Greta
asila en sus ojos
enormes e inquisidores,
signos de interrogación
que han cuajado
parece
esperando una respuesta.
Mira a su alrededor
y emprende su derrotero
por el patio
y por cada espacio
de la casa
que tiene habilitado
para ella.
Escudriña con esmero
todos los intersticios
con su diminuto hocico
buscándote...
y manifiesta
su fracaso
con una actitud
que solamente
demanda toda
la contención
del universo.
Greta
posee una intuición
y una sabiduría
que delata
con contundencia
la precariedad
y displicencia
de los humanos.
Greta
aún te espera...
aunque comprendió
mucho antes
lo que yo
a oscuras
y a tientas...
estoy discerniendo
día a día.
Viviana Laura Castagno Fuentes
