¡Cuántas veces me sucede!
me busco y no me encuentro.
Es un extravío interno,
se apodera de cada célula,
de mi mente, de mis entrañas,
no existen intersticios
donde la orfandad no se hospede.
Me busco en cada nota
del canto de las avecillas,
en sus deliciosas sinfonías
cuando el amanecer despunta.
Me busco en cada página
de un libro al azar elegido,
me busco en cada pétalo
de las primorosas gardenias
que la primavera, dejó olvidadas.
Me busco en las tempestades,
pero también en la calma,
escudriño entre el follaje
de los imponentes plátanos.
Son búsquedas desesperadas
porque el vacío se agiganta,
no hay espacio donde asirme,
percibo que hasta las veredas
tienen a sus baldosas flojas
y tornan mi caminata inestable.
Me busco y no me encuentro,
me han vaciado, sin cimientos viajo,
huyó mi alma a algún refugio,
donde preservarse ha logrado.
Y en ese extravío inexplicable,
ella será portadora de licencias
para encontrar las piezas
de un rompecabezas desperdigado,
esté aquí o allá o quién sabe donde.
Mientras tanto me busco y me busco
y no me encuentro aún.
Viviana Laura Castagno Fuentes
y no me encuentro aún.
Viviana Laura Castagno Fuentes
