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domingo, 21 de abril de 2019

NOSTALGIAS


Si supieras...
¡Cuán bello está!
se ha emperifollado de otoño, 
sus amplias veredas
están tapizadas
con una alfombra
de hojas crujientes,
que los esbeltos plátanos 
esparcieron por doquier
cuando se desnudaron.

Hay tantas especies ahora,
forman túneles vegetales
si los miras, son un cobijo, 
resguardan de los abrasadores
soles que instaló el verano.

La casa está igual, 
tiene modificaciones tenues,
cada vez que por allí paso
percibo que aún allí vives. 

Que no te has ido
que solo es un sueño,
pero la realidad me abofetea
y me despierta abruptamente.

Es que intento aferrarme
a tiempos que escribieron
páginas llenas de riquezas
de esas que se guardan en el alma, 
porque de amores rebosan.

Si supieras, si aquí estuvieses,
el otoño es casi una primavera
o un verano recalcitrante
renuente a irse, 
una gran indecisión de la natura.

Si supieras, si observaras abuela, 
a tu barrio de Núñez 
está hermoso, ha cambiado, 
como lo hemos hecho todos
y aunque es un placer recorrerlo
hay ausencias que al alma estrujan.

Si supieras, es tu amado barrio, 
pero sin tu presencia, nada es lo mismo.

Viviana Laura Castagno Fuentes 

AÚN TE ESPERO


¿Sabes?,
he preparado
hasta los caminos
por los que regresarás,
he recortado la gramilla
y sembré gardenias.

El jardín luce espléndido,
como desearías disfrutarlo,
hay árboles frutales
y pinos esbeltos.

Hablé con el universo,
le solicité cielos azules
soles que fulguren
y noches brillantes.

Todo está esperándote,
hasta el juego de té
tiene sus piezas ordenadas
sobre una mesa que mira
hacia un jardín
que también te imagina.

Solo faltas tú, y es mucho;
imagino que podré verte ingresar
por la misma puerta
que te vio partir,
cuando los proyectos
eran tantos, estaban allí,
y casi lo logramos.

Hoy, elijo distraer a mi mente
y albergo la tenue ilusión
de que nuestro té, aún caliente
no se torne un témpano,
mientras se me acaba la vida
esperándote, porque yo,
aún lejano todo
y con todas las incertidumbres
en actitud desafiante...
continúo aguardándote.

Viviana Laura Castagno Fuentes