Déjame abrigar
la tenue ilusión
que regresarás pronto
o algún día
no muy lejano.
Tal vez suceda
cuando los fríos
cedan su embestida
y ya no entumezcan.
Y por qué no,
cuando las aves
estrenen sus nidos
en la bellísima araucaria.
O podrías sorprendernos
una mañana primaveral
ingresando con la sutileza
de la que eras absoluta dueña.
Imagino que al fin
regresarás sin duda alguna,
porque no te has ido
estás, donde están,
los amores únicos que la vida
solamente una vez, ofrenda.
Viviana Laura Castagno Fuentes
