SÍGUEME EN MI BLOG

sábado, 13 de abril de 2019

EL AMIGO


Cuando estés desorientado,
busca un libro, busca al amigo,
de esos que a humedad huelen
y con páginas que amarillean.

Ábrelo, con sumo cuidado,
no olvides —está viejo—
es casi humano y se siente frágil,
recorre sus ajadas páginas 
y busca una frase a tu medida.

A veces, —cuando nos rompemos—
llega un libro viejo, 
llega la analgesia,
para calmar lo que nos abruma
y comienza a suturar heridas.

Ellos son fuente de sabiduría
—una sola frase contiene un universo—
de nosotros depende descubrirla,
bucear entre sus soles y estrellas
y encender la luz que apagada estaba.

Viviana Laura Castagno Fuentes 

REENCUENTROS


Mientras la tarde
cede sutilmente su espacio
—a una noche en ciernes—
una paz indescifrable,
despliega su sutil manto. 

La vorágine, las urgencias,
mutan sus demandas,
entonces —calla la mente—
en una pausa acordada
—para despertar al alma—
que en silencio, aguarda.

¿Qué percibe ella
—me pregunto—
cuando de día está silente,
porque los ruidos la atribulan,
la dejan arrumbada, mustia,
en algún espacio inasible?

El día desbarata la templanza,
siembra confusión, desorden,
—y el alma ama revelarse—
cuando la calma 
se aposenta de nuevo
y de paz la inunda.

Bienvenida seas noche
con tu tenue luz de luna,
—hay tantos corazones ávidos—
esperando que los ilumines
mientras bríos vacuos,
—uno a uno—, menguas.

Cuando la oscuridad llega
otras energías fluyen,
—hay una luz que irradia el alma—
destellos especiales que se animan
a desplegar su don tan único
—cuando la intrépida mente—
 su intervención minimiza.


Viviana Laura Castagno Fuentes