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martes, 18 de diciembre de 2018

EL DESPOJADOR


Se presentó agazapado
como un intruso en la fiesta,
de a poco, con mucha delicadeza,
fue despojando a las invitadas todas.

Aquel jardín majestuoso
parecía un cuadro pintado a mano,
exhibía orgulloso su paleta de colores
sobre pétalos, de sus modelos, las flores.

Parecía un sueño tanta magnificencia,
colores, formas diversas, texturas,
fragancias que arropaban al aire
y verdores vestidos de enredaderas.

Pero el intruso estaba decidido,
era su turno ahora, había otro ideario,
enmudeció alegrías y esplendores,
llegó don otoño a cambiar el escenario.


Viviana Laura Castagno Fuentes 
                         

EL NAUFRAGIO



Nadie supo percibir,
holgaban indicios varios,
detrás de sus risas dibujadas
bramaban tempestades,
mimetizadas de suave brisa.

Nadie miró, solo vieron,
no escucharon, solo oyeron,
le dolía el alma muy dentro,
se le resquebrajó la vida
era un velero en un naufragio.

El mundo siguió impávido,
nadie detiene su rumbo
mandan el -aquí y ahora-
si no les sucede a ellos
¿Qué sentido tendría involucrarse?

Sabe que será su propia rescatista,
deberá suturar sus zonas lesas
con hilos de sólida paciencia.

Aprendió, estar en aguas desconocidas
le insufló la fortaleza necesaria
para menguar heridas infligidas
sin esperar nada de nadie.


Viviana Laura Castagno Fuentes
         

ESCÚCHAME NIÑA



Escucha mi niña, escucha,
no te apresures por ser adulta,
que no te mientan,
crecer no facilita un mundo rosa.

Disfruta, celebra tu niñez candorosa,
nada en tu piscina con pétalos,
enfádate con el sol
cuando se lleva la luz
y quedas a oscuras.

Ríe, juega, busca a tus duendes,
reclama tu arcoíris al cielo,
viaja en una nube mullida,
sorprende a las estrellas escondidas.

Escucha mi niña, hazme caso,
deseo evitar que sufras,
regodéate con creces;
perpetúa tu ingenuidad y pureza
porque cuando llega la adultez,
se apagan todas las luces. 



Viviana Laura Castagno Fuentes 
              

GRACIAS POR TANTO


Él accionó el arma
que por injusticias 
detendría los latidos
de su vapuleado corazón.
Entregó sin mezquindad todo,
desdeñó bienestar, honrosos cargos,
para edificar su sueño, su anhelo,
su tan amada -Fundación en Argentina-
imbuida de su espíritu benefactor.
Comprendía como pocos
que la medicina sin "humanización"
era una inviable profesión.
Hoy, millones de corazones,
pueden continuar latiendo,
porque una intervención los salvó,
prodigiosa obra maestra,
plasmada por las manos de un creador.
La humanidad debe saber
que un sencillo y genial médico rural
atentó en absoluta soledad
contra su vida,
aunque en realidad 
nos estaba solicitando "auxilio".
Porque una sociedad corrupta e indolente
miró como siempre hacia otro lado
lo convirtió en un mendigo itinerante
y su límite fue su honor avasallado.

Dedicada al MÉDICO RURAL (así deseaba ser recordado)
DR RENÉ GERÓNIMO FAVALORO
Creador de la técnica del bypass coronario. 



Viviana Laura Castagno Fuentes 

SOLO ES SILENCIO...


No, el silencio, no es olvido.
A veces se impone, es necesario,
para dejar espacio al otro
y observar como levanta vuelo.

No, el silencio, no es olvido,
es una sutil intermitencia,
pretende no sofocar libertades,
habilita alas, no raíces.

El silencio pone en pausa
sentimientos inefables,
es la expresión más genuina
cuando las palabras huelgan.

No amiga, el silencio no es olvido,
lo definiría como estrategia
porque en el alma vivirá intacta
lo que se forjó a la distancia.

No, el silencio no es olvido.

Viviana Laura Castagno Fuentes
                        

DESENCANTO



Estoy extraviada, como ausente,
no hay intersticio donde asirme
se robaron las estrellas de mi cielo
todo es un amasijo informe,
no logro discernir claramente
cuando es verano y cuando invierno.

Se me rompió la confianza
la raza humana me es ajena,
caminamos senderos paralelos
estamos cerca, pero también muy lejos.
Ya no disimulo, no me interesa,
quién lo comprenda es bienvenido
quién no lo entienda,
tiene mis respetos.
La verdad está ahogada, inerte,
en un mar bravío de mentiras,
pide a gritos ser salvada,
en un mundo que asesinó al guardavidas. 



Viviana Laura Castagno Fuentes 

UNA PALABRA, UN DESPOJO



La decepción, así expresada,
no dice nada, suena a vacía.
Es una bella palabra,
otra más que integra
nuestro idioma castellano,
tan vasto y tan rico. 


Pero la decepción es un arma,
puede ser una daga,
que perfora al corazón
y lo hace trizas, lo desintegra.


Nos lleva de bruces al abismo,
se nos derrumban uno a uno
los proyectos, los sueños
y el futuro se atisba negro,
envuelto en una nebulosa. 


Sí, aquellos sueños,
que justificaban la existencia
podían vestir de glamorosa primavera
a inviernos gélidos y grises.

Decepción, parece hasta inofensiva,
pero sabe asestar golpes mortales
y el alma huye, desesperada,
hacia un escondite, una guarida
para intentar preservarse.

Decepción, no es solo una palabra
es la más astuta e impredecible
de las armas, porque sin indicios,
puede detener a un corazón
y asesinar al alma, sin piedad alguna. 



Viviana Laura Castagno Fuentes 
                    

EL AMPARADOR



El árbol está solo.
Parece que espera con sigilo,
que llegue en algún momento
su protegido, su hijo casi,
a quién servirá de cobijo.


Le dará abrigo con sus ramas
cual manos contenedoras,
que protegen y calman.


Porque sabe,
él es sinónimo de amparo,
cuando hay tormentas en el alma
puede doblar su cuerpo de leña
encorvarlo hasta la tierra,
hasta mutar en un hogar casi.


Árbol magnánimo,
percibes los dolores, las aflicciones,
tu soledad fue pedagógica
te dejó grandes lecciones.


Sabes como nadie,
escuchar la voz de los vientos,
enmudeces cuando braman
y te yergues renacido
cuando la quietud retorna.


Árbol, un cómplice, un amigo,
tu cobijo es el abrazo,
envuelves compasivamente
al desorientado caminante. 



Viviana Laura Castagno Fuentes