Escucha mi niña, escucha,
no te apresures por ser adulta,
que no te mientan,
crecer no facilita un mundo rosa.
Disfruta, celebra tu niñez candorosa,
nada en tu piscina con pétalos,
enfádate con el sol
cuando se lleva la luz
y quedas a oscuras.
Ríe, juega, busca a tus duendes,
reclama tu arcoíris al cielo,
viaja en una nube mullida,
sorprende a las estrellas escondidas.
Escucha mi niña, hazme caso,
deseo evitar que sufras,
regodéate con creces;
perpetúa tu ingenuidad y pureza
porque cuando llega la adultez,
se apagan todas las luces.
Viviana Laura Castagno Fuentes

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