Está viejo...
exhibe con evidencia
—porque mentir no sabe—
los estragos que la vida
ha generado sobre su cuerpo.
Lo observo...
y confieso que desearía
poder revertir su cuadro,
renovar su otrora fortaleza
rejuvenecer su aspecto.
Tiene un alma...
creció para ser un custodio,
un hogar, un gentil resguardo
de diferentes especies
que en él sus nidos edificaron.
Pero está viejo...
su fragilidad es un riesgo,
el viento implacable lo vence
y lo desviste cuando brama
y mi sauce sabe, que no tiene
fuerzas.
Él, un extraordinario y añoso
"sauce llorón" está viejo...
y yo estoy triste.
Viviana Laura Castagno Fuentes
