Somos tercos,
repitentes,
hasta torpes diría,
cuando errores
del pasado
al presente trasladamos.
Y por tozudos
consuetudinarios
en las garras
de la decepción
caemos de nuevo
por reincidentes.
¿Por qué esperar
algo de alguien?
¿Por qué?
Es una espera
en el lugar equivocado,
es aguardar a un navío
donde no hay puertos.
Es sembrar
una prolífica primavera
en la estepa siberiana
que sobre flores y fragancias
nada comprende.
Nadie nos decepciona
excepto nosotros,
instalamos expectativas
que por vanas
e improcedentes
matan de una vez
a la prolífica primavera
en la gélida e
impersonal estepa.
Viviana Laura Castagno Fuentes

No hay comentarios.:
Publicar un comentario