hacia qué lares
has partido,
en qué
o en quién
te habrás convertido?
Esto de la muerte
ha sido mi desvelo
desde muy niña
y siempre lo supiste,
porque hablábamos
al respecto.
Pero "tu muerte"
tiene otra connotación
es diferente a todas,
es única,
durante sesenta y cinco
años
has sido la compañía
más pródiga e insustituible
en este inefable camino
denominado "vida"...
no habrá nadie más.
¿Duele esto de partir...
para convertirse
en un instante
-como si fuese un chasquido-
en una cadena
interminable
de recuerdos
porque la presencia
cedió el espacio
a la ausencia eterna?
¿Será como una siesta...
esa que tanto detestaba
porque para mí
era como llamar
a la muerte
por un rato,
será así
con la sutil diferencia
de que es más larga?
Discúlpame...
pero aquí el dolor
se ha apoltronado
como si fuese
un propietario
y será un inquilino
te prometo,
habrá un desalojo
cuando lo amerite.
Elijo evocar
el instante exacto
en que partiste,
entre mis brazos
y mis abrazos,
cuando la tibieza
de tu piel
se escapaba
y yo deseaba
cubrirte con mantas
para espantar
al frío.
Sí, definitivamente,
evocar que dijiste adiós
en tu hogar
aporta la paz anhelada,
aunque el dolor
inevitable y tenaz
atice sin miramientos
e intente clausurar
todas las puertas
por donde deseo
escapar
a sabiendas
de que el éxito...
será un fracaso rotundo.
Viviana Laura Castagno Fuentes

No hay comentarios.:
Publicar un comentario