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jueves, 30 de julio de 2020

LA CIUDADANA



¿Dónde mora la poesía?

Mora en la espectacularidad,
está en el brillo de las hojas
cada vez que la luz del sol
sobre ellas, amorosamente se instala.

Mora en la piedra inerme,
que posee a su alma encapsulada
mientras entre sus intersticios
una bella flor silvestre emerge.

Mora en la gramilla que pisas
aunque no lo adviertas,
está empotrada en la tierra
aguardando a la simiente.

Mora queda en el silencio, 
donde ella su génesis tiene,
pero también en las estridencias
de los pétalos en primavera.

Mora en las manos prodigiosas
de mi madre mientras teje,
obras de arte multicolores
mientras sus pensamientos vuelan.

Mora la poesía en todas partes,
es una ciudadana de la vida,
no es de aquí, ni es de allá,
porque entre los pliegues del alma vive.

¿Dónde mora la poesía?

Viviana Laura Castagno Fuentes  

jueves, 23 de julio de 2020

SOY 

Nací luna por fuera
me viste una nieve eterna,
pero abrigo un sol fulgurante
y brasa ardiente, por dentro.

Crecí con amaneceres,
con crepúsculos magnificentes,
me esculpió una suave brisa
que a un río generoso acariciaba.

Tuve una niñez por candor habitada
supe sobre cielos diáfanos, impecables,
sobre árboles para ser explorados
y vergeles que a mi alma subyugaban.

Y hoy, aun adulta, todo atesoro.

Soy glicinas y camelias matizadas,
soy rayuelas en la vereda dibujadas,
soy un barrilete atrapado entre follajes,
soy primaveras adosadas muy dentro
—aunque la vida y sus imponderables—
decidan sin mi aval, mil inviernos

Viviana Laura Castagno Fuentes

miércoles, 22 de julio de 2020

¡VIVES!


      
En un invierno tardío, pero contundente,
mora en silencio una primavera eterna,
bastó un sol intenso para desvelarla
y junto a ella, también despertaste.

Los plátanos desnudos resisten
el embate gélido de los vientos,
llegaron de otros lares los osados,
para anquilosar la belleza que reinaba.

Si hasta los nidos están vacíos,
volaron las aves a un exilio obligatorio
se escucha el silencio huérfano de trinos
porque sobre mutismos, el invierno sabe.

En un invierno tardío, pero contundente,
vive una primavera mimetizada,
bastó un sol intenso para despertarla
y tu recuerdo tan vigente, tan vívido:
¡Despertó otra vez abuela!

Viviana Laura Castagno Fuentes  

sábado, 18 de julio de 2020

SIN RESPUESTAS


Me pregunto muchas veces
aunque las respuestas no llegan:
¿Hacia dónde van a morir
los sueños que no fueron?

¿Buscarán la sutil intimidad
entre los espacios abisales
de un piélago con aguas calmas, 
donde ahogar el dolor de no haber sido?

¿O volarán tal vez sin ser vistos,
sobre las alas de un colibrí iridiscente
mientras liba las corolas fragantes
de las glicinas en primavera renacidas?

¿Y si eligen permanecer en silencio, 
justo en el límite entre tu osadía
y mis temores, que de tan viejos
son un remedo porque ya no asustan?

¿Hacia dónde van a morir
los sueños que no fueron? 

¿Se ocultarán tal vez entre las nubes
y volverán un día mimetizados en lluvia
mientras sacian la sed acumulada
de tierras áridas que los aguardan?

¿Hacia dónde van a morir
los sueños que no fueron?
Ellos eran el sustento perfecto,
y fenecieron, sin despertar siquiera.

Viviana Laura Castagno Fuentes

lunes, 13 de julio de 2020

TU VIGENCIA


Hoy, un álgido crepúsculo invernal,
intenta perpetuar sus decadentes luces
mientras la inevitable oscuridad
tiñe de negro a los ocres que resisten.

Y entre ese amasijo de mixturas y fríos,
emerge impertérrita tu imagen
que confieso, la había asilado,
junto a los ricos recuerdos que atesoro.

Una tarde con heladas que entumecen,
encendió fuegos que apagados estaban,
bastó un cielo ominoso, lúgubre,
para que dentro de mí, tu vigencia
renaciera, porque en realidad
no logró fenecer nunca.

Viviana Laura Castagno Fuentes



domingo, 12 de julio de 2020

PLAZA MUDA


Aquella plaza de barrio
donde mi niñez he estrenado,
es hoy un remedo incierto
rodeada por precintos de peligro.

¡Qué tristeza, cuántos silencios gritan!

Sus árboles de variadas especies
ofrendan sus brazos atentos
como si el intento fuese acurrucarla,
son los vigilantes naturales
donde hamacas, toboganes, areneros,
y hasta una calesita 
aguardan a los niños y a sus algarabías.

Una plaza es hoy la faz más cruda,
es testigo mudo, es la referente,
de la perversión humana, la malicia,
que de niños y risas está huérfana.

Viviana Laura Castagno Fuentes


sábado, 11 de julio de 2020

¿FUIMOS?



Me pregunto muchas veces:
¿Fuimos solamente
y lo que sentimos ambas
se volatilizó, ya no existe?

Algo dentro de mí grita todavía
nada ha muerto te confieso,
aun vive en mis intersticios
allí está a resguardo el amor
y aunque intento erradicarlo
sus raíces con ínfulas extiende cada día.

Me pregunto muchas veces:
¿Fuimos solamente
y en cenizas nos convertimos
para que una brisa suave las exilie?

Y llega la respuesta tan deseada,
no, no fuimos un ocaso amiga,
fuimos un amanecer que aun alumbra
a mis noches tan largas a veces
y resarce con creces mis días
cada vez que tus recuerdos despiertan.

Otra vida, otros tiempos, otros espacios
y en otras conciencias ambas
traerán las certezas seguramente
esas que aquí, no logramos materializar
siquiera.


Viviana Laura Castagno Fuentes

ELLA ERA SUEÑOS



Solamente sueños la amueblaban,
desde muy niña, hasta su adultez mansa,
—por ellos cada mañana despertaba—
eran el café más exquisito a diario
para ser degustado, aseguraba.

Sí, los sueños eran su vestidura,
porque ella era una fiesta en sí misma,
—excarcelaba lo que estaba muy dentro—
eran el bagaje que la iluminaba
y ello era su impronta indiscutible.

Pero, nada sería tan fácil, nada,
viviría más crepúsculos que albas,
—temas hondos que segarían proyectos—
aniquilando su vida magnánima
mientras a sus sueños sepultaba.

Y se mudó un día, en el mes de octubre,
cuando su estación predilecta reinaba
—engalanando los vergeles todos—
partió hacia otros universos,
donde tal vez la aguardaban
otros sueños tan vastos y amorosos.


Viviana Laura Castagno Fuentes

miércoles, 1 de julio de 2020

IRREDENTOS


Y de nuevo, 
como si los aprendizajes 
no existieran o no importaran,
o porque sobran la soberbia,
la indolencia y la estupidez humana,
el hombre otra vez 
ha decidido una guerra.

Y de nuevo,
la tribulación es ama,
logró esfumar el mañana
que entre mares de dudas
y tormentas destructivas
ominosamente navega.

Y de nuevo,
se desdibuja el presente,
porque no hay anclajes ciertos,
el hombre decidió una guerra
—contra la humanidad toda—
y la humanidad está inmersa
en un universo de mentiras
mientras la nave de la vida
en incertidumbres naufraga.

Viviana Laura Castagno Fuentes