Lo decía el "Genial actor, comediante, mimo Mexicano: Mario Moreno CANTINFLAS".
Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia.
¿O no?
Viviana Laura Castagno Fuentes
Bienvenidos a este universo donde "La Poesía" les propone viajar hacia las profundidades del alma. Deseo que ese viaje sea ameno y los invite a regresar siempre.
Lo decía el "Genial actor, comediante, mimo Mexicano: Mario Moreno CANTINFLAS".
¿O no?
Viviana Laura Castagno Fuentes
Siempre
me he ido
de lugares
donde mi alma
no estaba cómoda.
Siempre
me he ido
aunque al principio
deseaba quedarme
por pereza o por costumbre.
Siempre
me he ido
de muchos sitios
porque percibí
que me asfixiaban
la repetición y la monotonía.
Siempre
me he ido
y cuando amerite
seguiré mi éxodo,
porque aprendí que sana
alejarse de espacios...
pero también de personas.
Siempre me he ido...
Viviana Laura Castagno Fuentes
Ella era extraordinaria,
una desmesura en todo
atesoraba amor multiplicado
hasta en la punta de sus zapatos.
Su magnanimidad única
desconocía frontera alguna,
no obsequiaba ramilletes
sino pródigos vergeles y primaveras.
Sabía establecer límites
cuando la situación ameritaba
—si no los pongo yo ahora
mañana te impondrá la vida—
me decía con su sabiduría innata.
Transcurrió la vida para ambas,
comenzó a delegar de a poco, tareas,
mientras menguaban sus fuerzas
y sus pasos prudentes se tornaron.
Comencé a ser: "madre de mi madre",
un rol que siempre imaginé
que un día llegaría, era inexorable
y allí estaba, reclamando por mí
y no dudé en ser su protectora.
Por eso —cuando el dolor atiza—
es porque inauguró un desierto
que se instaló en mi cuerpo
y atravesó como una saeta a mi alma.
Y dejo afuera a los prejuicios
porque los fundamentos son claros
tuve que decir adiós:
a dos seres en uno
"a una madre superlativa
pero también a una hija vulnerable".
Viviana Laura Castagno Fuentes
Está, la poesía está por doquier,
ama disfrazarse de primavera
tiene la espontaneidad de una niña.
Nos mira muchas veces
desde las hojas trémulas
que emancipó el provecto sauce
mientras una alfombra
con ocres está diseñando.
Se mimetiza la exquisita dama,
en la lánguida gota de rocío
que sobre un pétalo medita.
Espía la esquiva con solvencia,
devenida en un bellísimo amanecer
mientras su espectáculo despliega.
Fluye, cuando la intuye el alma,
sino dormita sobre la piedra inerme
hasta que a "la pasión" despierta
porque sin ella, la poesía no sería.
Viviana Laura Castagno Fuentes
Cuidado, hay que tener cuidado
cuando se ingresa a un alma
porque muchas están en obra.
Algunas poseen un cartel
de "prohibido", debemos acatar
nos está pidiendo cautela y respeto.
Nos corresponde retroceder
dejar que termine su proceso
tal vez esté restañando heridas.
pero tampoco reza "habilitada"
es mejor acompañar sus tiempos.
Pero, cuando la invitación llega,
siempre antes de ingresar
elijamos la sobriedad y la prudencia.
Dejemos la confusión afuera,
ella habla el idioma del silencio
mejor andar descalzos y en puntillas
es el alma, no desea ruidos.
Viviana Laura Castagno Fuentes
Se esfumó
el diálogo prolífico y exquisito
que a la vida fecundaba.
Se esfumó
la puntual ceremonia diaria
con el café como protagonista.
Se esfumó
ese gesto de complicidad
que de las palabras prescindía.
Se esfumó
la risa genuina, que en tus ojos
su hospedaje había encontrado.
Se esfumó
el vergel, claudicó ante la lluvia
que volvió endeble a sus raíces.
Se esfumó
nuestra bellísima amistad
la que sazón a la vida aportaba.
En realidad...
tu adiós inauguró despedidas
y parte de mí, también se ha ido.
Pero, se quedó con contundencia
todo tu amor en mi universo
y es el sustento donde hoy,
me amparo.
Viviana Laura Castagno Fuentes
En realidad
para ser honesta —como siempre—
y porque no cabe en mí
la hipocresía,
debo reconocer
que muchas veces escribo
para no morirme.
¿Es un placer la escritura?
Sí, definitivamente lo es,
pero desde el día
en que tu vida su reloj detuvo
se ha convertido —en un tris—
en mi supervivencia,
en la brújula certera que guía
el derrotero de mi navío
tan inestable como errático.
¿Entonces escribo por placer
o por necesidad ahora?
Ambas justifican
que intente garabatear algo
cada día,
pero —la necesidad se ha impuesto—
le ganó la partida al placer
y espero que sea transitorio.
Las letras me buscaban antes,
hoy las reclamo con insistencia
y creo que les exijo
demasiado,
vendrán mejores etapas
y dejarán un día
de sentirse responsables.
Mis letras, mis garantes,
mis amorosas rescatistas
cuando azotan las borrascas
y aquí dentro todo está confuso,
supo la vida enviarlas
justo cuando más lo ameritaba
para iluminar espacios
que sin su luz, hubiesen fenecido.
Viviana Laura Castagno Fuentes
Hay personas
que están perdidas
y al ruido buscan.
Eligen a la muchedumbre
para no escucharse
porque están huyendo.
Huyen de sí mismos
porque la soledad
siempre los interpela.
Son los escapistas perpetuos
los grandes simuladores
los amantes de la mentira.
Hay personas
que erigen una vida paralela
porque la verdadera, les incomoda.
Hay personas...
Viviana Laura Castagno Fuentes
Recuerda siempre,
que estoy a tu lado
aunque no me veas
aunque no puedas tocarme
porque me he vuelto invisible.
Recuerda siempre,
cuando la intemperie apriete
y a tu alma estruje
espera con ilusión al amanecer
como lo hacías antes.
Recuerda siempre,
te observo cuando duermes
y hasta te acaricio muchas noches
aunque al despertar
creas que fue solo un sueño.
Recuerda siempre,
no me fui, ni me iré nunca,
tus ojos no pueden verme
porque he cambiado de vestidura
y dentro de tu alma estoy viviendo.
Recuerda siempre...
Viviana Laura Castagno Fuentes
Se instaló el odio,
se esparce cómodamente
junto una vil crueldad
y a la mentira como adlátere.
Y se agiganta día a día
mientras la mayoría observa
y los silencios se multiplican
por miedo tal vez o por inopia.
Se instaló el odio
aferrado a una vil crueldad
junto a la mendacidad...
¿Y seguirán durmiendo?
Viviana Laura Castagno Fuentes
Serás una y mil veces más
el porqué de mis poesías,
la garante de que las letras
no duerman, ni se ausenten.
Huelgan los argumentos,
son estériles e innecesarios
para justificar lo que generas
porque la inspiración no se explica.
Has cincelado mis intersticios
con un amor inconmensurable,
has sido mi numen siempre
y seguirás insuflando poemas
desde ese exilio al que partiste.
Viviana Laura Castagno Fuentes
Sus ojos
tenían al cielo
allí aposentado
y a unas estrellas
que resplandecían.
Pero era en su mirada
donde habitaba la magia,
—había dulzura en ella—
miraba como un niño
cuando descubre la vida.
Era riguroso, escueto,
complejo para el diálogo,
erigía con idoneidad
insalvables murallas
y detrás de ellas vivía.
Había que respetar
su mutismo,
la introspección
—era su sello distintivo—
un anacoreta, un ser único.
Sus ojos
daban asilo al cielo
y en su alma magna
acunó con admirable sobriedad
misterios —que se llevó un día—.
Viviana Laura Castagno Fuentes
Seremos
el eviterno recuerdo
de un amor inmarcesible.
Seremos
una obra de arte interrumpida
pero inolvidable y perpetua.
Seremos
un universo inexplorado
porque se precipitó el tiempo.
Seremos
versos en el aire esparcidos
porque supimos ser poesía antes.
Seremos
una interminable transición
entre sentimientos inescrutables.
Seremos...
una dúctil primavera incrustada
en los hieráticos inviernos
de la vida.
Seremos...
Viviana Laura Castagno Fuentes
Intentas...
con la versatilidad
que te define
persistir con tus mentiras.
Y sabes muy bien
que logras todo conmigo
y hasta me convences
porque soy una incauta perpetua.
¿Y por qué no he de creerte,
si hasta el alma
me has robado
con tus artilugios?
Creo en tus ardides,
porque me enseñó la vida
a no malgastar energías
en absurdas desconfianzas.
Pero hoy, debo reconocer
que he sido una rehén
una presidiaria en tu cárcel
por mi tozudez renuente.
Desperté y lo sabes
se terminó el embuste,
me dirás que aún es verano
pero trajiste a un intruso
al que disfrazaste de otoño
precipitado y pertinaz.
Pero... tranquila amiga,
porque has sido y serás
mi naturaleza amada
una genial prestidigitadora.
Viviana Laura Castagno Fuentes
Cuando me adentro
en mis amorosas estepas
—escucho el idioma del silencio—
se expresa con suma idoneidad
y posee sutileza —aun callando—.
El ruido y la confusión
han quedado afuera,
—no son bienvenidos aquí—
es el taller de construcción
donde se regocija el alma.
Y es tan exiguo, tan sublime,
lo que reclama ella
—un espacio sin palabras—
donde los sentimientos
sean los garantes privilegiados.
Estepas, en apariencia
exhiben silencios interminables,
—pero si las escudriñamos—
es el hogar elegido
por nuestra primigenia esencia
y ella, —ella no necesita nada—
excepto al amor, su aliado.
Viviana Laura Castagno Fuentes
En realidad
no poseo la potestad
sobre mis sentimientos,
ellos deciden sobre mí.
Bastó mirar una foto
para que la aparente pared
donde estaba recostada
se derrumbara en un instante
como si de barro fuese.
Creía, que las lágrimas
estaban anquilosadas dentro,
formando estalactitas inermes
pero heme aquí y ahora
envuelta en un vasto mar
que está inundando mi entorno.
Estuve equivocada hasta hoy,
no poseo ningún dominio
sobre mis sentimientos,
estás en cada resquicio mío
—eres un dolor inmarcesible—
y deberé aprender a vivir con ello.
Viviana Laura Castagno Fuentes
La libertad lisa y llana,
es tal vez la palabra
más vapuleada
del diccionario.
En nombre de ella
se cometen y ejecutan
todos los excesos
y nuestros derechos demuelen.
Libertad —bellísima palabra—
pero es una incomprendida
desmerecen lo que significa
para justificar actos irracionales.
Querida Libertad:
No saben, no quieren,
—o quizá no les importa nada—
porque no han comprendido
que tú necesitas a los límites.
No es —hacer lo que se quiere—
sino —lo que se debe— tu mensaje,
no es libre quién vilmente sojuzga
—cuando en el poder se regodea—,
es libre quién más sabe respetarte.
Viviana Laura Castagno Fuentes
¿Y por qué
mi obtusa convicción
en creer que te has ido?
¿Si en cada lugar que miro
percibo que nos miramos
porque te has vuelto invisible?
Son las estériles búsquedas
para quienes nos quedamos
con montañas de vacíos.
Es la mente domeñando
—como es su naturaleza—
y la acendrada alma cediendo.
Ella, que posee la sabiduría
se hace a un lado una etapa,
para regresar después
cuando la borrasca ha amainado.
Y nos explica como nadie
—que el amor no muere—
elige un lugarcito íntimo
y se queda vivir en nosotros.
¿Y por qué
mi absurda insistencia
en creer que te has ido?
Viviana Laura Castagno Fuentes
De pronto,
sin que lo advirtiese
el silencio esparció sus ruidos
con sabiduría y contundencia.
De pronto,
quedó clausurado el diálogo
sin anuencias, ni permisos
porque las palabras huyeron.
De pronto,
en un tris se escindió el camino
se desdibujaron los límites
que a la previsibilidad invitaba.
De pronto
el pasado es el presente
la primavera es invierno
por un adiós que cambió todo.
De pronto...
Viviana Laura Castagno Fuentes