Hoy...
quiero permitirme
ser frágil y vulnerable
y llorar a gritos
en absoluta soledad
sin la tiranía
de absurdas posturas
con sesgos de superioridad.
Hoy...
deseo entregar
mis estériles vestigios
para que el viento
los esparza con sabiduría
junto a la hojarasca
de un otoño puntual
recién estrenado.
Hoy...
te quiero a mi lado
como en cada amanecer
en silencio
presumiendo tal vez
que un café nos espera
mientras dialogamos
aunque ya no estés.
Hoy...
será por hoy nada más,
el mañana es un albur
y la vida que no espera
y el reloj que no detiene
a sus agujas apresuradas
y yo deseando con vehemencia
que la tierra
solo por hoy... deje de girar.
Hoy...
Viviana Laura Castagno Fuentes


















