Extrañar
o mejor expresado
—extrañarte como te extraño—
es como una enfermedad
que carece de cura
o al menos de analgesia.
No existe nada
—después de tu adiós—
que podrá reducir
nuestro universo tan especial
tan rico y mágico
a recuerdos solamente.
Nacen flores en el vergel,
las aves arman sus nidos
mientras el otoño sutilmente
amontona la hojarasca
para que el viento la esparza,
pero ya no estás aquí.
Me he ido acostumbrando
a esto de extrañar sin remedio
porque no se inventó aun,
existen medicamentos
para casi todo —y sobran diría—
pero para aliviar al alma,
no hay nada.
Viviana Laura Castagno Fuentes


















